"Las flores del mal"de Charles Baudelaire 6TO AÑO

INFORMACIÓN GRAL. SOBRE LA OBRA.
POEMAS
ANÁLISIS

ALUMNOS DE 6TO LEER y REALIZAR ACTIVIDADES FINALES. GRACIAS.
                                                                                            













La primera edición de “Las Flores del Mal” data de 1857. En realidad el título que Baudelaire había concebido para su obra era “Los limbos”, aquél primer título hubiera marcado mejor el carácter católico del poema.  La publicación de esta obra suscitó un verdadero escándalo, la justicia inculpó a Baudelaire y a su editor Poulet-Malassis, de atentado a la moral pública, y la edición fue requisada.
En 1861 se conoce la segunda edición de la obra, en la que aparecen treinta y cinco nuevos poemas, y, lo que es más importante, se le da la estructura y el ordenamiento definitivos. La obra está concebida como una estructura, en la que cada composición vale por sí misma, pero además por su relación con el conjunto. Supone una “arquitectura secreta”, y una “fuerte unidad”.
“Las Flores del Mal” está dividida en seis secciones:




        I “Spleen e Ideal: es la más extensa, casi la mitad de la obra y expresa la condición real, la condición humana de Baudelaire. El poeta, a través del Amor y del Tedio, llega a la “conciencia  del mal”.

        II “Cuadros parisinos”:(dieciocho poemas), el poeta contempla la ciudad y sus habitantes, deja de ser un hurgador de sí mismo para adoptar la actitud de un testigo de las calles de París, de los viejos, los ciegos, los borrachos; descubre en el exterior el reflejo del problema esencial del ser humano: el mal.

        III “El vino”: (cinco poemas), intento de huida a los “paraísos artificiales”.

        IV “Las Flores del Mal”: Doce poemas que se constituyen como los “apóstoles del mal”.

        V“Rebelión”: “después de haber optado por el mal, el poeta ha optado por el jefe del mal, por el Diablo” (palabras de Thibaudet) y por su gesto más definido: la blasfemia, la rebelión, solo contiene tres poemas.

        VI “La Muerte”: (seis poemas), muerte de los protagonistas (los artistas, los amantes, los pobres) y el comienzo del “gran viaje”, más allá de la vida, hacia lo “Nuevo”.






ANÁLISIS POEMA “El albatros”



El albatros



 

Por divertirse, a veces, suelen los marineros

Cazar albatros, grandes aves de los mares,

que siguen, de su viaje lánguidos compañeros,

al barco en los acerbos abismos de los mares.

 

Pero sobre las tablas apenas los arrojan,

Esos reyes del cielo,  torpes y avergonzados,

sus grandes alas blancas míseramente aflojan

y las dejan caer cual remos a sus costados.

 

¡Qué zurdo es y qué débil ese viajero alado!,

Él, antes tan hermoso ¡Qué cómico en el suelo!

Con una pipa uno el pico le ha quemado,

Remeda otro, renqueando, del inválido el vuelo!

 

El Poeta es como ese príncipe nublado

que puede huir las flechas y el rayo frecuentar;

en el suelo, entre ataques y mofas desterrado

sus alas de gigante le impiden caminar.

 

 

El albatros es «uno de los más grandes y más rápidos pájaros de los mares del sur» decía E. Poe en Aventuras de Arthur Gordon Pym
–obra traducida por Baudelaire en 1858–. Se trata de una obra simbólica de forma simple –escrita seguramente recordando su viaje a la isla Mauricio–, en la que primero aparece una descripción y luego una comparación. En 1859 le añade la tercera estrofa por sugerencia de su amigo Asselineau, quien opinaba, junto a Flaubert, que este poema era un «diamante». Algunos críticos han señalado en estos versos un prosaísmo voluntario que lo relaciona con «El cisne» (LXXXIX), con «Los siete ancianos» (XC) y con «Las viejecitas» (XCI), y que constituye para Baudelaire el límite más allá del cual la inspiración poética debe dejar de tomar la forma del verso y pasar al poema en prosa.
 El albatros, majestuoso en el cielo, pero torpe y de apariencia ridícula sobre el barco, objeto de las crueles burlas de los marinos, es el poeta víctima de la maldad humana. La figura del poeta perseguido por seres vulgares, e incluso a veces sádicos, está ya presente en «Bendición», que traduce la intensidad del martirio que vive el poeta.
El tema desarrollado es uno de los más representativos de la concepción romántica del poeta –que Baudelaire propone con imágenes nuevas y originales–: un ser superior, a veces divino, ángel caído que recuerda el Cielo, exiliado en medio de la mediocridad, incomprendido, mártir, esclavo del arte y sacrificado. La facultad de volar, símbolo del espíritu liberado de la materia y de la capacidad de ver todo con sabiduría está presente también en «Elevación».
En esta línea, para Baudelaire la función del poeta es devolver a la vida su grandeza y belleza, que la corrupción y la miseria le han arrebatado –el paralelismo entre la poesía y la alquimia, que luego utilizaría Rimbaud y su «alquimia del Verbo», consiste para Baudelaire en devolver al mundo material su perfección perdida («Me diste tu barro y con él hice oro» en un esbozo de Epílogo a la edición de 1861 de Las flores del mal)–, pero, en cuanto que es una función llamada al fracaso, no existe pues utilidad social del poeta y él mismo se considera «el más penoso de los alquimistas» porque un «Hermes desconocido», que era patrón de los alquimistas en la mitología griega, le inspira sin embargo lo contrario («Por tu culpa, el oro en hierro yo cambio y el infierno convierto en paraíso» en «Alquimia del dolor» (LXXXI)).
Baudelaire inicia la transferencia «de la práctica alquímica hacia la experiencia artística característica de la edad moderna; el Arte nutriéndose como verdadero cuervo sobre el cadáver de la vida dedicada, a pesar de él o a causa de él, a estropearse, (…) la gloria de las obras renaciendo a pesar de toda esa devastación» (Fr. Bonardel. Philosophie de l’alchimie. Grand Œuvre et modernité. París: PUF, 1993, p. 239).
Incapaz de transfigurar la vida, al poeta le queda la de mostrar el horror de ésta, ser la «mala conciencia» del «¡Hipócrita lector, mi prójimo, mi hermano!» como indica en «Al lector», desvelar la corrupción del Mal y del spleen.



MEDINA ARJONA, Encarnación: «‘Anotaciones’». Rapsoda. Revista de Literatura nº 1, 2009,











ANÁLISIS POEMA “Al lector”







Al lector


La necedad, el yerro, el pecado, la roña,
ocupan nuestras almas, trabajan nuestros cuerpos;
y como los mendigos alimentan su mugre,
así nutrimos nuestros blandos remordimientos.

Nuestro pecado es terco, nuestra contrición floja;
con creces nos hacemos pagar lo confesado,
y alegres retornamos al camino fangoso,
creyendo nuestras culpas lavar con viles llantos.

En la almohada del mal es Satán Trimegisto
quien largamente acuna nuestro ser hechizado,
y el precioso metal de nuestra voluntad,
íntimo lo evapora ese químico sabio.

¡El Diablo es quien maneja los hilos que nos mueven!
A las cosas inmundas encontramos encantos;
y sin horror, en medio de tinieblas hediondas,
cada día al Infierno descendemos un paso.

Tal como un libertino pobre que besa y muerde
el seno magullado de una vieja ramera,
robamos de pasada un placer clandestino,
que exprimimos bien fuerte como naranja seca.

Denso, hormigueante, así como un millón de helmintos,
un pueblo de Demonios hierve en nuestras cabezas;
y cuando respiramos, la Muerte a los pulmones
baja, río invisible, con apagadas quejas.

Si el tósigo, el estupro, el puñal, el incendio,
de agradables dibujos no ornaron todavía
el trivial cañamazo de nuestra pobre suerte,
es, ay, porque nuestra alma no es bastante atrevida.

Pero entre las panteras, los monos y los linces,
los buitres, escorpiones, serpientes y chacales,
los monstruos aulladores, rampantes, gruñidores,
de todos nuestros vicios en la leonera infame.

¡Hay uno que es más feo, más inmundo, más malo!
sin lanzar grandes gritos ni mostrar grandes gestos,
convertiría a gusto la tierra en un despojo
y tragaría el mundo en un solo bostezo.

¡Es el tedio! -De llanto involuntario llena
la mirada, su pipa fuma y sueña patíbulos.
Tú conoces, lector, al delicado monstruo,
hipócrita lector -mi igual-, ¡Hermano mío!

Las Flores del Mal -1857

Traducción de Nydia Lamarque

El hecho de un prefacio, dedicado al lector, advierte ya sobre una característica fundamental de “Las Flores del Mal”: es este un libro estructurado y destinado; no un simple conjunto de poemas, sino una obra meditada, que se abre con este prefacio, que se cerrará con un epílogo, y que desarrollará un itinerario.
Es este prólogo, pues, un punto de partida. La obra toma impulso, se apoya para su posterior despliegue, en una visión moral del hombre. Su primer verso es la enumeración de los pecados, que el poeta no trata como abstracciones, sino por el contrario, reasumiendo una tradición cristiana de matiz medieval, infundiéndole una agobiante materialidad, haciéndole ocupar  “nuestras almas” y trabajarnuestros cuerpos”.
Rasgos que son indicios de un alma degradada: tosca, equivocada, pecadora o mezquina. Tal es la fuerza de esta corrupción espiritual que se hacen visibles en “el cuerpo” del portador.  No pueden esconderse, ni maquillarse. Parece plantear que alma y cuerpo no pueden disociarse, ya sea en la virtud como en el pecado.
La fuerza del mal supera la propia voluntad,  “el pecado es terco”, dueño de una obstinación animal. En contrapartida nuestros remordimientos son blandos “flojos”, carentes del tono y el vigor que corresponden a un espíritu sano. Nada nos cuesta el perdón, solo unas lágrimas fingidas, “viles llantos”. En un mundo corrupto donde no importa tanto el “Ser” sino el “parecer” (tema a de suma actualidad, en tiempos de selfies y redes sociales) el perdón no es hijo del arrepentimiento, sino de su “apariencia”. Posiblemente una crítica a “los mecanismos del perdón de la Iglesia católica.
“Y alegres retornamos al camino fangoso” a la “selva oscura” de Dante, reiniciamos el círculo, una y otra vez.
 El fondo, la constitución, la trampa del hombre es el pecado. Y además, el ser humano se solaza, se complace en el pecado. De allí la ambigüedad de las expresiones como “blandos remordimientos”, o “alegres retornamos al camino fangoso”. Ambigüedad formal que es reflejo de una ambigüedad moral, que será veta inagotable de toda la obra: el placer en el pecado. Ambigüedad metafísica del mal y la tentación que fascinan, encantan y pierden.
A lo que Baudelaire llama “alegría de descender”: “hay en todo hombre, a toda hora dos postulaciones simultáneas; una hacia Dios, otra hacia Satán. La invocación a Dios, o espiritualidad, es un deseo de subir de grado; la de Satán, animalidad, es una alegría de descender”.
Adormecidos, narcotizados por la serpiente, nos abandona la fuerza de voluntad, único antídoto contra el pecado. Ya que la tendencia al pecado forma parte del hombre, solo un alma singular puede oponérsele, o por el contrario, una persona ordinaria con una voluntad única.  
La trampa pecadora constituyente del ser humano es maleada, gobernada por Satán. La presencia del demonio en la poesía de Baudelaire no es una abstracción sino una fe vigorosa; leemos en un proyecto de prefacio “…Todo el mundo lo siente y nadie cree en él. Sublime sutileza del Diablo”. El pecado como una vaporización del Yo, lograda por el “químico sabio”. La poesía como intento de salvación del Yo, como una esforzada concentración del “químico sabio”, el poeta.
El ser humano es un títere del Diablo. O de lo que este representa: lo más oscuro, enfermo, perverso, violento o mezquino. Una oscuridad tan honda como nuestra imaginación, o nuestras pesadillas.
En contacto habitual con el pecado nuestra sensibilidad se ha trastocado, hasta el punto de hallar encantadoras “cosas inmundas”; el morbo y la corrupción son el pan de cada día. Con nuestros sentidos y nuestra moral “atrofiados” “cada día al infierno descendemos un paso.”
En la marcha inexorable hacia el infierno, guiada por Satán, el placer es solo un momento clandestino, al que el hombre se aferra desesperadamente sin que le deje nada en las manos. Se respira la muerte. Los vicios son solo rechazados por cobardía, ya que en el alma existe una inevitable tendencia al mal, al placer del mal, a su vértigo devorador. Los vicios ahora como bestias horribles, forman una danza macabra alrededor del alma, así como en la “Divina Comedia”, las tres fieras del Canto Primero impedían al poeta llegar al monte de la salvación. La naturaleza bestializada es otra evidencia del mal.
Detrás de estas figuras, símbolos de los pecados, hay otra todavía más fea e inmunda: “el tedio”, el hastío, la “acidia” medieval, la total evaporación del yo, la tendencia a la nada; pecado metafísico esencial, lo demoníaco por excelencia, la negación de la creación.
El “tedio”, el aburrimiento, es considerado por el autor como el pecado más peligroso, más dañino, “más feo, más inmundo, más malo” por un lado, porque conlleva a la inacción, a la nada, y por otro porque su arribo supone el de otros pecados. El TEDIO es el emisario, de pecados futuros. Es la primer ataque del mal, que fractura nuestras barreras protectoras, y nos deja susceptibles a nuevas recaídas.
El “aburrimiento vital” puede llevar a las adicciones, a las costumbres insanas, tanto físicas como psicológicas. A excesos de toda índole (sexuales, alimenticios) a costumbres violentas, “bajas”, moral o espiritualmente, reprochables. Al aislamiento, la soledad y la reclusión. A la profunda tristeza, a la depresión e incluso la muerte.
A pesar de ser un pecado casi “invisible”, por su misma naturaleza, pasa desapercibido, (“sin lanzar grandes gritos ni mostrar grandes gestos…”) puede convertir el mundo en despojos, por su tendencia a la inacción, a la quietud, física y espiritual, a la indiferencia.
“De llanto involuntario llena // la mirada, su pipa fuma y sueña patíbulos.”
La tristeza inunda nuestro espíritu gracias a su llegada, nos sumerge en la ensoñación infecunda, en la pérdida del tiempo, inoculando en nuestra mente pensamientos de muerte.
El prólogo finaliza con un gesto teatral, que hace subir el telón, llamando al lector hipócrita que se negará a aceptar las flores del mal que le serán ofrecidas.

De esta visión moral del hombre, punto de partida de la obra, destacamos:
        La voluptuosidad del mal en que se complace y se tortura el pecador.
        El papel fundamental que se le atribuye al Demonio.
        La vida interior (y la poesía) como un descenso al infierno.
        La presencia ineludible e invasora de la muerte.
        La constitución esencialmente pecadora del hombre, su instintiva y  natural tendencia al caos.
        El Aburrimiento, la negación, la no-creación, como pecado fundamental del espíritu, en el seno del cual se sueño con la muerte.
        La invitación al lector para participar en esta revelación de la presencia del mal en la intimidad del alma.
Estos temas serán recurrentes en Baudelaire, retomados y desarrollados  a lo largo de “Las Flores del Mal”.
(Análisis en base al comentario de Edmundo Gómez Mango; “Las Flores del Mal” Ed. De La Banda Oriental; 2003.  Los párrafos en negrita son míos)-


Información adicional:
Prólogo: Texto preliminar de un libro, escrito por el autor o por otra persona, que sirve de introducción a su lectura.

Prefacio: Texto en el que el autor justifica los motivos que lo han llevado a escribir la obra, a veces incluye agradecimientos.
Epílogo Última parte de una obraen la que se refieren hechos posteriores a los recogidos en ella o reflexiones relacionadas con su tema central.






















CUESTIONARIO

1)     El prefacio advierte ya sobre una característica fundamental de la obra Las Flores del Mal” ¿Cuál es esa característica?

2)    ¿Qué significa que los pecados “ocupan nuestras almas, trabajan nuestros cuerpos”?

3)     ¿Qué relación existe entre la siguiente afirmación y algunas actitudes que se observan actualmente en las redes sociales?

“En un mundo corrupto donde no importa
tanto el “Ser” sino el “parecer”  el perdón no
es hijo del arrepentimiento, sino de apariencia”.

4)    Según el poema; ¿Por qué es tan poderoso el pecado, el mal?
5)    ¿Qué representa el diablo como símbolo?
6)    ¿Por qué el poeta considera que el “tedio” es el peor de los pecados?



PARA RESPONDER EL CUESTIONARIO DEBEN LEER EL ANÁLISIS QUE PRECEDE AL TEXTO. 

CUANDO TENGAN LAS RESPUESTAS ENVIARLAS A MI CORREO
leodematte33@gmail.com

Reenviaré la corrección y un comentario del trabajo, además de una CALIFICACIÓN. 
POR CUALQUIER CONSULTA O DUDA COMUNICARSE POR ESTE MEDIO, SI SURGEN DIFICULTADES INTENTAREMOS SOLUCIONARLAS, LA IDEA ES QUE TODOS DE UNA U OTRA MANERA TENGAN ACCESO A LAS TAREAS.


NO LE SUMEMOS MÁS ESTRÉS A ESTA SITUACIÓN, LA IDEA ES MANTENERNOS COMUNICADOS Y ACTIVOS. ESPERO QUE SE ENCUENTREN BIEN UDS. Y SUS FAMILIAS. 




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